LAS PARCAS: eran las diosas del destino. Tres hermanas que formaban el nacimiento, el matrimonio y la muerte. Al escribir sus predicciones en un muro de bronce, nadie podía borrarlas. Sus nombres eran Cloto, Láquesis y Atropos. Lo que hacían era hilar y, luego de medir el hilo de la vida, lo cortaban, fijando así la muerte. Los hilos eran mezclados con distintos colores: los de lana negra representaban los momentos tristes y el hilo dorado los momentos de dicha.
LAS MUSAS:eran nueve musas: Calíope, de la poesía épica; Clío, de la historia; Erato, del arte; Euterpe, de la música; Melpómene, de la tragedia; Polimnia, de los himnos; Talía, de la comedia; Terpsícore, de la danza; y Urania, de la astronomía y la astrología. Algunos decían que eran hijas de Zeus, aunque otros lo renegaban.
LAS NINFAS:ellas nunca envejecían y eran amantes de la danza y de la música. Sus nombres variaban según el lugar donde habitaban: Oréades, en las montañas; Náyades, en los ríos; Agrónomos, en los campos; Nereidas, en los mares; Alseidas, en las plantas y en las flores; Hamadríades, en los bosques; y Epimérides, en los rebaños.
PEGASO:fue un corcel blanco con alas que vivía junto a las ninfas. Nadie podía montarlo, ya que era muy veloz.
LAS SIRENAS:en la antigüedad no tenían un semi-cuerpo de pez, sino de ave. Poseían una voz que endulzaba a los marineros, quienes quedaban prendados de ellas, hasta tal punto que estrellaban sus barcos con las rocas.
